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La Junta

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Tximeleta

La Junta

Estar en junta está siendo una experiencia muy intensa, es cómo participar en una misión de alta vibración, entrar en las bambalinas de un teatro, conocer las tripas, sustentar el esqueleto, oír los latidos de su corazón diverso e intentar no perder de vista el foco: seguir haciendo escuela y articular las decisiones que la asamblea va tomando.

Estar en junta, es agarrar el testigo de otras amas y aitas, que llevan veinte años pasándose de unas a otras un fueguito que alumbra una eskola creada y gestionada por familias, que pretende ofrecer a nuestrxs txikis un lugar amable donde crecer libres, respetadxs, responsables y felices.

Si tuviese que definir que significa participar en la junta de Tximeleta me vienen a la cabeza palabras como esfuerzo, tiempo, trabajo, ilusión, cuidado, mirada, aventura, sacrificio, recompensa, valoración, respeto y podría seguir yo creo que hasta el infinito.

Tripular un barco de estas características es una aventura que se te queda grabada para toda la vida. Para mi una experiencia única cargada de aprendizaje a todos los niveles.Un proyecto como Tximeleta que lleva casi 20 años en activo y que abarca a más 50 de adultos y más de 40 txikis necesita sobre todo de cuidado y corazón para poder disfrutar de este pedazo de viaje.Un viaje que de repente se te presenta como una ola que nunca esperas, pero que sabes que si quieres seguir remando con el colectivo tienes que zambullirte en ella con todo tu alma.

Tras unos primeros pasos expectantes, de contemplación inicial y comprensión del funcionamiento del colectivo, uno va cogiendo el ritmo y creando vínculo con compañeros y compañeras diversas, hasta encontrar su lugar, sintiéndose parte de un todo. Surge la necesidad de compromiso, de disfrute, compartir y relacionarse.

Tximeleta va ocupando espacios dentro y fuera de la misma, conquista espacios vitales. Luego aparecen los necesarios periodos de vértigo, revuelo e inevitable calma que les sucede para asentar, cual sedimento y tras casi 20 años de andadura, nuevos cimientos para que la llama siga ardiendo. Una lumbre que cual legado pasa a modo de relevo por tus manos, donde asumes la responsabilidad de sostener, cuidar y trasladar de nuevo con mimo a otras familias que se nutrirán de esta experiencia. Una red que se tensa y afloja con una capacidad de adaptación y resiliencia tremendas. Un cuidado colectivo, compartido, que va esbozando la identidad dinámica y fluida de lo que es Tximeleta.

Y todo este viaje se acaba traduciendo en la esencia de este proyecto, es decir, en aprendizaje.

Una experiencia de vida que te hace crecer, como persona, familia y comunidad.

No es fácil la salsa, son muchos los retos, energía y tiempo que invertimos, pero también es potente y gratificante el aprendizaje y lo hacemos acompañándonos unxs a otrxs.

Tximeleta es una escuela para toda la familia. A la que llegas buscando una mirada distinta para tu hijo. Sin embargo, en la montaña rusa que es esta experiencia, toda la familia va creciendo. Porque Tximeleta supone un aprendizaje para todos/as: al mirarnos dentro las muchas veces que esta experiencia toda tu alma (unas veces acariciándola y otras veces removiéndola) ; mientras convives con la magia que surge entre acompañantes y txikis, empapándote de ella para “llevártela” a casa; sentándote en un circulo con familias muy distintas a ti buscando el mejor lugar para nuestros txikis; regulando tus emociones y controlando tu ímpetu en una ambiente diverso; aprendiendo a centrarte en el bien común… Aprendiendo al fin y al cabo a escuchar y a mirar. Una vuelta, en toda regla, de tu yo adulta a la escuela.

Y en ese viaje, tocas el techo cuando formas parte de la Junta: 15 meses en el vagón de cabecera sintiendo el vértigo en las bajadas, pero disfrutando a tope de las subidas. Respetando la escuela que “heredamos”, ayudándole a evolucionar hacia la escuela de los que ahora están y cuidándola para los que vienen detrás.

Eskerrik asko Tximeleta.

Cristina Osés, mamá de Ander, abril 2013

Profesión: Ingeniera en empresa de energías renovables. 
Hobbies: me encanta dejar mi mente en blanco  dibujando y escribiendo. Me gustan las sobremesas largas, bajo la sombra de nuestra catalpa o al calor de una chimenea. Y viajar, sin prisas.

Mounir Diouri, aita de Aimar y Leila, enero 2012

Profesión: Médico de familia
Hobbies: Me encanta el mar, donde no me canso de sumergirme una y otra vez cada vez que tengo ocasión, amo la música “sin la cual la vida sería un error”. Me gusta pasear por el monte, leer (aunque tiendo a acumular más libros de los que leo), vivir la música en directo, aprender a tocar el saxofón…

Victor Regalado, papá de Luna y Violeta, diciembre 2010 y agosto 2015

Profesión: Emprendedor apasionado
Hobbies: Tocar el saxofón y la danza contact me hacen bucear en otra dimensión que cada día me apasiona más…. conectar con mi cuerpo  me hace volar a lugares  sorprendentes.

Miriam Artutx, ama de Kima, abril 2013

Profesión: Educadora social.
Hobbies: Disfruto de un paseo en la naturaleza, me gusta cocinar y todo lo q me acerca a la búsqueda de una vida más sana, humana y natural.


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